Si buscas las claves para llevar una vida saludable y mostrar tu mejor versión, aquí tenemos unos cuantos consejos.

Trabaja, estudia, haz la tareas del hogar, duerme 8 horas, come saludable, haz ejercicio… La vida moderna es super ajetreada y cada vez quieres abarcar más y más tareas que hacen que dejes a tu bienestar y a tu salud en un segundo plano. Por eso y mucho más, el enfoque holístico del bienestar ha venido para quedarse.

En este post, exploraremos cómo podemos adoptar un enfoque equilibrado hacia el bienestar de nuestro cuerpo y alma disfrutando de una vida más plena y significativa. Y no, no solo se trata de lucir una piel radiante o de poder lucir cuerpazo. Se trata de abrazar la idea de que cuidarnos implica mucho más que machacarse en el gimnasio o contar calorías.

Alimentate de forma consciente

La alimentación consciente es como hacer una cita con tus sentidos cada vez que comes. Se trata de prestar atención plena a lo que comes, cómo lo comes y cómo te sientes mientras lo haces. En lugar de comer de manera automática y distraída, la alimentación consciente te invita a saborear cada bocado, a notar los colores, texturas y aromas de los alimentos. Esto podría traducirse también como disfrutar más de la comida.

También implica que escuches a tu cuerpo, que comas cuando tienes hambre real y saber parar cuando estás satisfech@. Es una forma de honrar y nutrir tu cuerpo, estableciendo una conexión más profunda entre la comida y tu bienestar general. Además, te ayuda a tomar decisiones alimenticias más saludables y a disfrutar de tus comidas con una mayor apreciación y gratitud.

Practica algo de ejercicio

Debes de moverte, sudar y activar tus músculos de manera constante. No importa si eliges correr, practicar yoga, levantar pesas o bailar como si nadie te estuviera mirando, lo importante es encontrar una actividad que te divierta y te haga sentir bien. Al comprometerte con una rutina de ejercicio regular, estás creando un espacio para nutrirte en todos los aspectos.

Desde una perspectiva física, fortaleces tu cuerpo, mejoras tu salud cardiovascular, aumentas tu resistencia y te mantienes saludable. Pero no se trata solo de eso. El ejercicio regular también tiene un impacto positivo en tu bienestar mental y emocional. Ayuda a reducir el estrés, alivia la ansiedad, mejora tu estado de ánimo y aumenta tu confianza y autoestima. Además, cuando te conectas con tu cuerpo a través del ejercicio, te vuelves más consciente de ti mism@ y puedes cultivar una mayor conexión mente-cuerpo y tener una vida más saludable. El ejercicio físico también puede ser una forma de liberar emociones acumuladas, de encontrar claridad mental y de fortalecer tu resiliencia.

Cultiva tu mente

Para tener una vida saludable no solo debes de tener en cuenta tu cuerpo. Tu mente es muy importante. Debes de nutrir y fortalecer tu bienestar mental en todos los aspectos. Como hemos hablado antes, debes de aprender a ser autocompasiv@ y a tener amor propio, permitiéndote aceptar y abrazar todas las partes de ti mism@. Suena como algo muy idealizado pero en realidad no se trata de hacerlo 100% perfecto sino de tener esto presente y saber como tratarte cuando algo sale mal.

Otra clave muy importante para un estilo de vida saludable es mantener un equilibrio entre el trabajo y el ocio. Saber establecer límites es muy importante para tu bienestar emocional. Por ejemplo, dedicar en tu día o en tu semana una tiempo a realizar actividades que te alegren el día o a socializar es vital para sentirte bien. La lectura, por ejemplo, es una forma maravillosa de enriquecer la mente, expandir la imaginación y adquirir conocimientos nuevos. También puedes practicar otras formas de arte, como la música, la pintura, la escritura o la danza. Estas prácticas artísticas te permiten conectarte contigo mism@ a un nivel más profundo.

Dedicate tiempo de descanso

Para poder dar lo máximo de ti no solo debes de enfocarte en no sentirte cansad@ o en dormir ocho horas. El descanso adecuado significa que debes escuchar las señales de tu cuerpo y permitirte desconectar del ajetreo diario. A través del descanso, permites que tu cuerpo repare y regenere células, fortalezca tu sistema inmunológico y mejore tu salud en general.

Mentalmente, el descanso adecuado te ayuda a despejar tu mente, a procesar emociones y a encontrar claridad. Además, te permite cultivar una mayor conexión contigo mism@, practicando el autocuidado y la autocompasión.

Desde el punto de vista espiritual, el descanso adecuado te brinda la oportunidad de reconectar contigo mism@ y con algo más grande que tú, ya sea a través de la meditación, la contemplación o simplemente disfrutando de momentos de tranquilidad. Te permite rejuvenecer, equilibrarte y nutrirte en todos los niveles. Es importante que te des permiso para descansar.

Conecta con la naturaleza

Es importante que, en cierto modo, sientas la conexión con la naturaleza. Somos parte de ella y pasar tiempo en el campo o en zonas con vegetación pueden hacerte sentir mejor contigo mism@. Debes de encontrar algo de tiempo para salir al aire libre, caminar sobre la hierba, respirar el aire fresco y sumergirte en la tranquilidad de un bosque, montaña, playa o cualquier entorno natural que te llame la atención. Al conectar con la naturaleza, te permites desconectar del bullicio y el estrés de la vida cotidiana, y te abres a la magia que nos rodea.

Puedes encontrar paz interior, equilibrio y una sensación de unidad con el mundo natural. Ver amanecer, una puesta de sol, escuchar el canto de los pájaros o simplemente sentarte en silencio y permitirte escuchar los sonidos, los aromas y las sensaciones de la naturaleza. Además, conectar con la naturaleza te ayuda a recordar tu interconexión con todos los seres vivos.