AlphaTheta lanza el documental We Become One, una exploración global del poder unificador de la música a nivel cerebral, social y emocional.
La música, como lenguaje universal, tiene el poder de trascender barreras culturales, emocionales y sociales. Esa es la premisa que impulsa We Become One, el nuevo documental producido por la compañía de tecnología musical AlphaTheta. La cinta propone una reflexión profunda sobre cómo y por qué la música conecta a las personas a niveles que van desde lo neurológico hasta lo espiritual.
Con una duración de una hora, el documental sigue a la DJ, comisaria y educadora Kikelomo Oludemi en un viaje por tres continentes, desde Estados Unidos hasta Ghana, Sudáfrica, Alemania, Reino Unido y Francia. A lo largo del camino, Kikelomo dialoga con neurocientíficos, artistas y expertos en cultura, explorando el papel de la música como herramienta de conexión humana.
Su objetivo: entender por qué tantas personas encuentran en la música un vínculo emocional tan poderoso, y cómo se manifiesta esa conexión en contextos tan distintos.
«sin hablar el mismo idioma, nos miramos y bailamos»
Uno de los pilares del documental es el análisis científico del impacto de la música en el cerebro. En California, Kikelomo conversa con Daniel Levitin, neurocientífico y productor discográfico, quien explica cómo los ritmos sincronizan nuestras neuronas, generando una «danza eléctrica» en el cerebro. Este proceso activa sustancias químicas que modifican nuestro estado de conciencia. No se trata solo de emociones: se trata de estados mentales que emergen de forma colectiva, al compás de la música.
AYÚDANOS
A SEGUIR
PUBLICANDO
ZETA LIFE es un blog completamente independiente, sobre música electrónica, tecnología y tendencias.Invitándonos a un café nos ayudas a mejorar el contenido y costear el mantenimiento de la web, que cada vez es más caro. Aporta lo que desees en un solo pago, solo si tu situación económica te lo permite. También puedes suscribirte para hacer una aportación mensual o anual. Gracias 🙏✨.
La doctora Julia C. Basso, directora del Embodied Brain Lab, amplía esta explicación señalando que cuando bailamos juntos en un mismo lugar, se activan simultáneamente regiones cerebrales vinculadas a la empatía y la interacción social. «Se produce mucha sincronía entre cerebros», afirma. Esa sincronización podría ser la clave de por qué una pista de baile, un festival o una sesión de clubbing pueden provocar una sensación tan intensa de unidad.
También explica porqué mucha gente echaba de menos esa conexión con la música durante la pandemia. En 2020, Pioneer DJ lanzó el documental DISTANT DANCEFLOORS, en el que hablaba del impacto del COVID-19 en la música electrónica y la cultura DJ.
Entre los muchos relatos que encontramos en el documental, nos impresiona el de una chica que explica como es bailar con alguien que habla otro idioma Simplemente existe una conexión. «No necesitamos palabras».
Clubbing, ritual y experiencia sensorial
El documental también se adentra en el aspecto sensorial y simbólico de estas experiencias. Dan Ghenacia, miembro del trío Apollonia y creador de la Alpha Wave Experience, presenta una instalación inspirada en la Dream Machine de Brion Gysin. A través de luces estroboscópicas y sonido, esta máquina está diseñada para inducir estados meditativos o incluso psicodélicos. El psicólogo Francisco Teixeira, colaborador en este proyecto, compara la experiencia del clubbing moderno con antiguos rituales chamánicos, donde el ritmo guiaba a la comunidad hacia estados de trance compartido.
A lo largo del metraje, We Become One explora también el potencial de la música como herramienta de cohesión social. En Accra, capital de Ghana, Kikelomo visita iniciativas como Oroko Radio y Vibrate Studios. En estos espacios, la música electrónica sirve como motor de resistencia cultural y construcción comunitaria. Una forma de expresión que trasciende géneros, razas y clases sociales.
También se habla sobre el papel de la Inteligencia Artificial. En el documental Kikelomo Oludemi se pregunta si la tecnología puede replicar la conexión que puede establecer un DJ con su público.
Un mensaje global en cada beat compartido
El documental incorpora además testimonios de figuras clave de la escena electrónica como Moodymann, Seth Troxler y KiNK. Moodymann, por ejemplo, describe sus fiestas Soul Skate como espacios donde la música, el baile y la comunidad se funden en una experiencia única. «Cuando nos reunimos… we become one», afirma, encapsulando el mensaje central del documental.
Con una narrativa que combina entrevistas, reflexión científica y exploración cultural, We Become One se convierte en una pieza muy interesante para entender la cultura raver. Todos los relatos convergen en la misma idea. Cuando bailamos y escuchamos la misma música en un mismo lugar, algo en nuestros cuerpor nos hace entrar en un estado de trance, de felicidad. Y es por eso, que la cultura club y la música electrónica tienen tanto éxito en el mundo.
Este lanzamiento se suma a la serie de documentales impulsados por AlphaTheta, empresa matriz de Pioneer DJ, cuya misión «One Through Music» se refleja en cada uno de sus proyectos. Le precede The Evolution of Ibiza, que en 2024 narró la historia del clubbing en la isla con la participación de Carl Cox, Chloé Caillet y Fatboy Slim.