La mayor parte de la música registrada en plataformas de streaming como Spotify no a alcanzado las 1.000 reproducciones en todo el año.

Según el estudio realizado por Luminate, muchas de las canciones publicadas en 2023 han recibido muy pocas o ninguna escucha durante el año. Las cifras publicadas por la empresa de medición de consumo de música son alarmantes. De los 184 millones de tracks registrados en 2023, 45,6 millones no han conseguido ni una sola reproducción en todo el año. 158,6 millones de pistas de música no han llegado a conseguir ni 1000 reproducciones por lo que solamente 25,4 millones sobrepasan esa barrera.

¿Qué está pasando con todas esas pistas que no reciben ninguna atención?

Una razón clave es la saturación del mercado. Cada día, se lanzan miles de nuevos temas. Entre tanta música, incluso los mejores temas pueden pasar desapercibidos. No nos lo podemos imaginar, pero tiene que ser un desafío enorme para los artistas, sobre todo para los emergentes o independientes, destacar entre la multitud.

Otro factor muy importante es la visibilidad. Las listas de reproducción populares y las recomendaciones algorítmicas tienden a favorecer a los artistas más conocidos o las tendencias actuales. Esto deja mu poco espacio para descubrimientos más allá de lo que estamos acostumbrados.

Mientras millones de pistas permanecen en el anonimato, hay un grupo muy selecto de canciones y artistas que dominan las listas de streaming. De toda la música en streaming que se publica, solo un 15% llega a ser escuchada y de este porcentaje, solo 19 temas han llegado a conseguir el billón de reproducciones.

El streaming musical es crucial para los artistas

El streaming tiene un impacto directo en los artistas y productores, especialmente en aquellos que están empezando o en los que son independientes. Sin reproducciones, no solo pierden visibilidad, sino también oportunidades de ingresos.

Las regalías de streaming son una fuente vital de ingresos para muchos músicos. Sin reproducciones, esta fuente se seca.

La falta de reproducciones puede significar menos oportunidades de ser incluido en listas de reproducción importantes, menos invitaciones a festivales, y en general, una menor presencia en la escena musical.

Esto también puede hacer que los artistas dejen de innovar o probar nuevos estilos para que no bajen sus reproducciones. El sistema hace que se limite la diversidad de sonidos y estilos que pueden llegar a nuestros oídos.

¿De quién es la culpa?

Las plataformas de streaming juegan un papel muy importante en este escenario. Su modelo de negocio y los algoritmos de recomendación programados pueden tener un gran impacto en qué música se escucha y qué música no.

Todos tenemos claro a quién favorecen estos algoritmos. A los que pagan por ello o a los artistas más populares. no hacen más que crear un círculo vicioso donde las mismas canciones y artistas reciben más y más atención.

Además, las políticas de royalties son un tema candente. Con tanta música sin reproducciones ¿es justo el sistema actual de pago por streaming?

En noviembre de 2023, Spotify anunció cambios significativos en su sistema de regalías de música en streaming para 2024. Entre las medidas adoptadas por Spotify han mejorado los recursos para detectar las reproducciones artificiales, algo necesario para un sistema justo.

También han incluido una medida para redistribuir de manera más efectiva los ingresos generados por el streaming. La plataforma pedirá un mínimo de 1000 reproducciones por canción en los últimos 12 meses para que sea elegible para regalías. Esto significa que si los temas no llegan a las 1000 reproducciones no generarán ingresos.

¿Qué pasará con estas regalías no generadas? Spotify indica que con esta medida aumentarán las regalías a otros artistas que dependen de los ingresos por reproducciones de su música. Según indican, un tema de menos de 1000 reproducciones solamente generaría unos céntimos pero si sumamos la gran cantidad de temas que cumple esta característica tendrán 40 millones de dólares al año adicionales para repartir entre artistas que generen regalías.

Esta nueva política parece bastante lógica pero no solventa el problema de la poca visibilidad para los artistas emergentes. Esta medida aplicada por Spotify sin dar algún tipo de visibilidad a los nuevos artistas podría hacer más difícil que destaquen, que consigan reproducciones y sobretodo que puedan vivir de la música en plataformas de streaming dominadas por nombres ya conocidos.