By Según un estudio, dejamos de escuchar música con el paso de los años. Al menos, música nueva. Es un efecto de la “Parálisis musical”. Te lo explicamos.
Van pasando los años, nos vamos alejando de la adolescencia y de aquellos tiempos en los que escuchábamos de todo y parece que todo lo nuevo nos suena “raro”, diferente. La música nueva ya no nos gusta –o no la entendemos– como antes.
Es algo que nos ha pasado a todos. Pero por suerte para ti –y para mi– este fenómeno tiene explicación y solución si ponemos un poco de nuestra parte.
Si crees cualquier tiempo musical pasado fue mejor, este post es para ti.
No pretendo cambiar tu forma de pensar. Si te gusta más la música que se hacía hace unos años, disfruta. Pero no te cierres en banda a descubrir cosas nuevas. Hoy te voy a explicar el fenómeno de la parálisis musical y te voy a dar unos consejos para vencerla.
¿Qué es la parálisis musical?
En 2018, el servicio de streaming de música Deezer encargó un estudio para detectar esto de la parálisis musical. El estudio contemplaba una participación de 5.000 adultos (nada mal) de 5 países: Estados Unidos, Reino Unido, Alemania, Francia y Brasil. Todos ellos con una gran historia musical y un consumo importante.
En este estudio se descubre que a partir de los 33 años, dejamos de escuchar música nueva.
A ver, que no es algo que suceda en un momento concreto. Pero es cierto que tiende a pasarnos a todos.
El estudio apunta que la mayoría de los encuestados asegura tener “poco tiempo” para descubrir nueva música. Un 25% por el trabajo, un 18% porque hay demasiada variedad de opciones y un 14% por el tiempo dedicado a los niños.
La realidad pintada delante de nuestra cara.
Es cierto que, para los que tenemos más de 30, va costando dedicar tiempo a nuestra pasión. Ya no tenemos 15 años y todo el tiempo del mundo para escuchar lo que queramos. Esto hace, que la poca música que escuchamos en muchos casos, sea casi siempre conocida, familiar.
“La música nueva es para los jóvenes”
Tengo 33 años. Justo la edad a la que dice este estudio que voy a dejar de escuchar música nueva.
En mi caso, trabajando en radio es bastante difícil. Pero me siento muy identificado con algunos de los datos del estudio y reconozco que tengo menos tiempo para descubrir artistas y propuestas nuevas e interesantes fuera de mi trabajo y en ocasiones es hasta “un esfuerzo“.
Los que ahora me digan que “es que la música que hacen ahora es solo reggaeton” o “la música que se hace ahora es una mierda” quedan bloqueados 😂
Me niego a aceptar eso. Es precisamente la excusa que siempre se ha puesto para definir que “nos aburre la música nueva”. Pero si miramos con lupa cualquier plataforma de streaming, veremos que, a pesar del reinado de la música urbana, siguen existiendo propuestas de muchos estilos muy, muy buenas. Tanto de grupos ya conocidos, como de nuevos artistas emergentes. Incluso algunos grupos que seguíamos cuando éramos más jovenes, siguen en activo lanzando material, aunque sin ser tan… “mainstream”.
Ese sentimiento de que la música nueva es más para los jóvenes se debe según la ciencia, a la parálisis musical.
Según el estudio comentado antes, la gente por debajo de los 24 años, suelen escuchar 10 pistas nuevas cada semana. El promedio va descendiendo con los años. A los 28 años comienza a descender nuestro interés por las novedades musicales, entrando en la treintena.
Tengo la sospecha de que, con los años escuchamos menos horas de música. Sin embargo, no he podido confirmar mis sospechas, porque gran parte de la información que he encontrado sobre ello habla de las plataformas de streaming. Esto es un problema.
No todo el mundo, de todas las edades utiliza las plataformas de streaming de la misma manera. Incluso hay gente que escucha mucha música y no lo hace a través de estos servicios. ¿Os acordáis de una cosita llamada vinilo y otra que se llama CD? Pues eso.
La relación entre la edad y los gustos musicales en Spotify
En 2015, el blog de Skynet & Ebert analizó datos de usuarios de Spotify en Estados Unidos y de Echo Nest de Amazon. Los resultados mostraron que a los adolescentes les gusta principalmente la música popular, que luego disminuye hasta que los gustos “maduran”.
El economista Seth Stephens-Davidowitz analizó datos de Spotify en The New York Times y detectó que si eras adolescente cuando salió una canción, esta será la más popular para ti y tu grupo de edad una década más tarde.
Por ejemplo, “Creep” de Radiohead es la canción nº 164 más popular entre hombres de 38 años, pero ni siquiera alcanza el top 300 para los nacidos 10 años antes o después. Esto se debe a que los hombres que ahora tienen 38 años estaban en ese punto dulce musical cuando la canción salió en 1993.
La nostalgia musical
A partir de los 33 años, según los datos, es probable que no vuelvas a escuchar música nueva.
Algo que no sorprende a nadie y nos suena a todos. Precisamente vengo ahora de una fiesta remember donde no había mucha gente por debajo de los 30 años de edad, si quitamos a los de seguridad y el personal de barra.
Y es que, estos eventos en los que suenan temas que triunfaron décadas atrás, están cada vez más de moda y triunfan entre un público maduro y con buen nivel adquisitivo.
Investigaciones han demostrado que nuestras canciones favoritas estimulan respuestas de placer en el cerebro, liberando dopamina, serotonina, oxitocina y otros químicos. Cuanto más nos gusta una canción, más químicos fluyen por nuestro cuerpo.
Durante nuestros años de adolescencia, el cerebro pasa por muchos cambios y somos increíblemente hormonales y sensibles. Por lo tanto, la música que escuchamos en esa etapa de nuestras vidas tiene un impacto más profundo y duradero en nosotros.
Un estudio publicado en la revista Memory & Cognition encontró que la música tiene un poderoso efecto en la mente para evocar recuerdos.
Por ejemplo, si escuchamos una canción que nos encanta durante nuestra adolescencia, es más probable que se quede con nosotros para siempre.
Cómo combatir la “parálisis musical”
A pesar de la “parálisis musical”, mantenerse al día con la música nueva puede tener beneficios para nuestra salud mental y emocional. Escuchar música nueva puede ayudarnos a mantenernos jóvenes y estimular nuestras mentes, además de proporcionarnos una fuente de placer y relajación.
Como apuntaba el estudio de Deezer, con la edad llegan responsabilidades y el tiempo que dedicamos al ocio y la música disminuye considerablemente en comparación a cuando somos adolescentes. Pero eso no significa que no podamos luchar contra esta parálisis musical y mantenernos bien frescos. Esto no significa no disfrutar de las canciones y artistas que nos hacían felices cuando éramos más jovenes.
Si, como a mí, te apasiona la música y te preocupa dejar de disfrutar de las novedades musicales con el tiempo… Te traigo algunos tips para mantenerte activo o activa musicalmente y seguir al tanto de lo nuevo.
1. Establece rutinas de escucha
Permítete tus ratos musicales. Busca momentos en los que puedas disfrutar (a solas o en compañía) de música nueva y de los últimos descubrimientos o nuevas propuestas que te puedan gustar.
2. Se curioso
En lugar de escuchar siempre tus playlist, artistas o discos favoritos de siempre, dedica un tiempo de vez en cuando a explorar y busca cosas nuevas que no hayas escuchado nunca. Bucea y explora playlist de diferentes estilos, sal de tu zona de confort. Puede que encuentres cosas muy interesantes.
3. Los conciertos
Si hace tiempo que no vas a un evento, un concierto un festival, busca propuestas en tu ciudad y arriésgate. No hay mejor forma de descubrir nuevas propuestas musicales que los directos. Es ahí donde artistas y grupos pueden permitirse presentar su música sin aditivos, en estado puro. Y es donde la música es más divertida.
Vamos, que…
Aunque es cierto que nuestros hábitos de escucha de música pueden cambiar con la edad, no estamos condenados a caer en la “parálisis musical”. Mantenernos al día con la música nueva y cultivar nuestra pasión por ella nos ayudará a mantenernos jóvenes y a disfrutar de los múltiples beneficios que la música tiene para ofrecer.
La edad es únicamente un concepto mental y tiene muy poco que ver con los cambios que sufre nuestro cuerpo.
