
Deezer contra la IA: 10.000 canciones diarias creadas por inteligencia artificial.¿Será este el principio del fin de la creatividad en la música?
La industria musical se encuentra en un punto de inflexión. Mientras que un artista puede tardar semanas en dar forma a una canción, la inteligencia artificial es capaz de generar diez en cuestión de minutos. La inclusión de la IA en el sector está dejando huella en las plataformas de streaming.
Deezer, uno de los gigantes del streaming musical, ha revelado un dato impactante: 1cada día, se suben a su plataforma 10.000 canciones creadas íntegramente por IA. Esta cifra representa el 10% del contenido nuevo diario en la plataforma. Ante esta avalancha de música creada por algoritmos, Deezer ha decidido cartas en el asunto.
Deezer contra la invasión de la IA musical
La plataforma francesa ha desarrollado una herramienta de detección de IA que funciona como un «anticuerpo musical», capaz de identificar patrones y estructuras que delatan el origen artificial de las canciones.
Esta tecnología marca las pistas que potencialmente podrían haber sido generadas por IA y las excluye de las principales listas de reproducción y recomendaciones, impidiendo que desplacen a la música creada por personas.
El objetivo de Deezer es garantizar que las regalías por streaming lleguen a los verdaderos creadores y no a algoritmos de IA que replican fórmulas preexistentes. Sin embargo ¿es suficiente para frenar el avance de la música generada por inteligencia artificial?
Creatividad versus automatización: el dilema de la IA en la música
El desarrollo de herramientas como Suno, Dream Track, Udio o DeepComposer ha demostrado que la IA tiene el potencial de revolucionar la industria musical.
Empresas como Google y Sony han desarrollado herramientas que integran la inteligencia artificial como un recurso creativo para los artistas, en lugar de un competidor. Con estas herramientas, hacer música puede ser más sencillo e incluso puede ayudar a los artistas a experimentar con nuevos sonidos y aumentar su creatividad.
Su capacidad para generar melodías, ritmos e incluso letras con una precisión sorprendente abre un abanico de posibilidades creativas. Sin embargo, también plantea riesgos evidentes.
El mercado podría verse inundado de canciones artificiales, dificultando el descubrimiento de nuevos talentos humanos. Además, existe el peligro de que estas creaciones acaparen una parte significativa de las regalías, afectando la sostenibilidad de los músicos en activo.
Deezer se ha posicionado a favor de los músicos, pero la batalla entre lo humano y lo artificial no ha hecho más que empezar. El futuro de la música dependerá de cómo gestionemos esta tecnología, encontrando un equilibrio entre innovación y protección de los derechos de autor.