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Cancelación del Marenostrum Festival

La organización del Marenostrum ha visto como, después de un año de trabajo, las autoridades han obligado a cancelar su evento con todo montado y a apenas 24 horas de dar comienzo al festival.

El Marenostrum festival ha sido cancelado en la víspera de la apertura de puertas. Ha sucedido después de que la organización haya recibido una notificación por parte del ayuntamiento de Alboraya (Valencia), que ha obligado a desmantelar las instalaciones y a desalojar a la gente después de no conceder la licencia (a última hora) para la celebración del evento. Según el edil del municipio, no pueden dar el permiso con un informe negativo que desaconseje la celebración del evento.

Después de entregar toda la documentación a las administraciones en el mes de Enero y de recibir 8 informes favorables por parte de estas, ha sido un informe negativo del servicio de costas de la conselleria valenciana la que ha obligado en el último momento a dar marcha atrás. Los miembros de la organización, destrozados, han publicado un comunicado informando de la cancelación y dando por finalizado el Marenostrum Music Festival. Algunos de los asistentes al evento se encontraban ya en las puertas, esperando para entrar en la zona de acampada cuando se han enterado de la noticia.

El Marenostrum Festival publicó en su página web un extenso comunicado dando a conocer los motivos de la cancelación:

Después de un año muy duro de trabajo, nos vemos sólos, sin amparo de nadie. […] Después de muchas horas de trabajo, limpieza y sudor nos hemos visto perjudicados y sin respaldo para poder proceder a abrir las puertas. […] Con 8 autorizaciones positivas de las diferentes administraciones públicas y que a 5 días de la apertura del festival, el servicio de costas de la consellería nos envíe un informe negativo (el 5 de Julio) teniendo presentada toda la documentación en Enero de 2016.

El montaje del festival horas antes de ser cancelado

El propio ayuntamiento, según los organizadores, trató de mediar interponiendo un recurso de alzada argumentando que todas las resoluciones del no otorgamiento de autorización del servicio de la Conselleria fueran reconsideradas dada la falta de tiempo de actuación. Pero finalmente ha ordenado que se desmonten las instalaciones del festival, que tenía que dar comienzo en tan solo unas horas y con más de 17.000 entradas vendidas.

La organización que contaba con el apoyo del alcalde y del ayuntamiento había realizado una limpieza de la zona en la que se establecería el recinto para el correcto funcionamiento haciendo una inversión por su cuenta. En el momento de conocerse el informe de desfavorable, el equipo, que ya tenía en marcha toda la maquinaria para el montaje del escenario y del resto del recinto, se puso a trabajar para intentar seguir adelante de todos modos. Finalmente cancelaron el evento después de agotar todas las vías legales.

El verdadero culpable

La culpa de la no celebración del Marenostrum Festival no recae en el Ayuntamiento, que a pesar de obligar a desmantelar las instalaciones, estuvo persistiendo en la intención de que el festival se llevara a cabo finalmente en su municipio. De hecho, horas antes de la cancelación, tanto el ayuntamiento como los organizadores acudieron a la consellería para «agotar todas las vías antes de tener que cancelar el evento in extremis«.

Tampoco tienen responsabilidad los miembros de la organización, que han presentado toda la documentación y pedido los permisos necesarios a tiempo… ¿Entonces, de quien es la culpa?

Situación del festival, junto al mar

Según hemos podido saber a través del diario Las Provincias, se trata de un conflicto entre el Ayuntamiento y la Consellería. Esta última estaría en contra de la celebración del evento. Lo escandaloso del asunto es que el informe negativo para la celebración del evento llegue tan solo unos días antes de la fecha programada para el festival. Algo que ha dejado a la organización del Marenostrum sin más opciones y con todo el pescao vendido.

Si tienes una entrada para el Marenostrum podrás recibir el re-embolso de tu entrada. El festival ha comunicado a través de su Facebook que podrá en marcha en su página web un sistema para llevar a cabo la devolución del valor de la entrada aportando el código de verificación presente en ella.

La organización ha comunicado en Facebook que seguirá todas las vías para conseguir justicia ante una situación que según ellos «no tiene ni pies ni cabeza» y para lograr esa justicia para las empresas y los asistentes que decidieron confiar en ellos.

La muerte del Marenostrum

El asesinato de un festival a manos de las administraciones engrosa un amplio historial de trabas que ponen cada año a los festivales en España. Algo que también sucede en otros países. En cualquiera caso los que los damnificados siempre acaban siendo las propias personas que asisten a los festivales y la escena musical en general, que pierde cada vez más estabilidad y seguridad al no poder asegurar al 100×100 la celebración de un evento, ni siquiera una semana antes. El hecho de recibir un informe 7 meses después de haber sido solicitado es algo avergonzante, tal y como apuntan los propios organizadores. Y es que con este tipo de gestión resulta imposible mantener en pie un sector en un país que golpea duramente a la cultura en impuestos.

Recordamos que no solo se trata de una empresa organizadora. Detrás del festival hay también personal contratado, empresas distribuidoras, patrocinadores y demás tejido empresarial que se ve perjudicado gravemente por esta situación.

Desde esta web, queremos mostrar nuestro apoyo a la organización del Marenostrum Music Festival y a todos los organizadores de festivales, que sufrida y legalmente ponen en marcha cada año centenares de eventos en nuestro país, haciendo frente a las exigencias de las administraciones y respetando los plazos.

Este artículo se mantendrá abierto a posibles actualizaciones.
Raúl Fernández
Locutor, Productor de contenidos y Técnico de Sonido. Presentador «OHMYDANCE». Apasionado de la radio desde los 11 años. Le gusta la fruta escarchada.
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